Parece que el concepto de «decirles qué es lo que vas a decir, decírselo y decirles lo que has dicho” apareció por primera vez en el libro de D. Carnegie “Cómo Ganar Amigos e Influir Sobre las Personas” que fue publicado en 1936 y reeditado en 1981. Debemos admitir que, en su momento, era un obra maestra sobre la comunicación sin embargo debido a los cambios en los estilos de comunicación, la tecnología, los conocimientos y las técnicas de hoy en día, carece de relevancia en el mundo de la comunicación interpersonal.
Hay muchas razones por las que esta supuesta “estructura” no es aplicable en el mundo de hoy, entre las que se cuentan las siguientes.
Es simplista:
Ahora es percibida como “simplista” ya que parece que considera que la audiencia está constituida por personas que necesitan de una repetición continuada para comprender / entender y estar de acuerdo con algo.
Sabemos que la repetición es una parte integral de la formación y su eficacia está mostrada. El problema ocurre cuando hay repetición SIN significado vs repetición CON significado. Un ejemplo de repetición SIN significado es la de la clase tradicional de idiomas: “Escucha y repite”, que ha mostrado que es de eficacia limitada por su estilo de pura memoria, mientras otras técnicas requieren el uso de la repetición CON significado. Además, es vital que la repetición con significado ocurra durante un periodo de tiempo – no sólo durante una presentación de 20 – 60 minutos.
En un estudio realizado por Manchester University School of Education en 1984/85 con estudiantes universitarios, se descubrió que para que ocurra el aprendizaje, solamente diciendo la información a una persona, se requieren 22 repeticiones. Obviamente, fueron necesarias menos repeticiones cuando se aplicaron técnicas de repetición CON significado.
Nuestras propias investigaciones en Brownlee & Associates durante los pasados 25 años han mostrado claramente que uno de los elementos claves para que la audiencia deje de atender/ prestar atención al presentador es la repetición de información de forma repetitiva y SIN significado. El consenso general es que el presentador que utiliza esta técnica está, obviamente, intentando manipular a la audiencia, lo que puede crear resentimiento y desconexión del tema y del presentador.
Como decimos en Inglaterra, demasiada repetición sin significado es: “dar latigazos a un caballo muerto” o, en otras palabras : ¡dar la tabarra!
Carece de estructura:
Algunas persona actualmente consideran la frase «decirles lo que es lo que vas a decir, decirselo y decirles lo que has dicho” como una manera de estructurar una presentación. Esto indica una carencia de entendimiento del significado de la palabra “ESTRUCTURA” y / o no comprenden que esta frase es solamente un serie de instrucciones vagas para el presentador!
La estructura de una presentación debe tener un punto de partida (información conocida), una parte central, y una parte final. Todos los elementos tienen que estar enlazados con un esqueleto lógico. Muchos presentadores ponen una o más diapositivas de la estructura al principio y durante la presentación como puntos de referencia para que la audiencia sepa lo que han visto hasta ahora mismo y dónde van después. Implícito en esto está la idea de que la audiencia es tan corta que no tiene la inteligencia para recordar la presentación inicial sobre la estructura que va a seguir después. Qué insulto! Básicamente, están haciendo lo que ha dicho Carnegie sólo en una forma diferente. Para evitar este elemento, recomendamos que el presentador ponga un título SENCILLO como cabecera de cada diapositiva para nombrar el área de que trata la diapositiva: Ej,: Posición, problemas, etc.
No conduce a la audiencia de lo conocido a lo desconocido:
– Toda la comunicación eficaz va desde lo conocido hacia lo desconocido. Por lo tanto, la primera parte de cualquier presentación debe tratar, brevemente, de información conocida por la audiencia.
– El segundo elemento en una presentación para convencer (sólo hay dos tipos de presentaciones: para informar o para convencer) es un breve análisis del problema interno o externo y las opciones disponibles para resolverlo.
– El tercer elemento de la presentación debe ser la propuesta específica y debe ocupar alrededor 80% de la presentación.
Adicionalmente, hay dos elementos más que se deben considerar para una presentación eficaz:
1. Ir desde lo general hasta lo especifico.
2. Desde lo simple hasta lo complejo.
Estos puntos ayudan a asegurar que la presentación es lógica, coherente y respetuosa con la audiencia y que tiene un punto de partida, que la audiencia entiende y comparte emocional y lógicamente; una parte central, que suministra la información y las razones necesarias para tomar una decisión especifica; y un final que incluye los pasos a seguir, cuándo, cómo, etc. Repito, en cada momento el presentador debe mostrar respeto por los conocimientos, experiencia y habilidades de la audiencia!
La comunicación ha cambiado radicalmente durante los últimos 50 años, pero muchos presentadores / formadores no lo han hecho: Siguen haciendo / enseñado lo mismo de hace muchos años porque es seguro y no requiere ningún esfuerzo o cambio!
Si eres un formador en comunicación o presentador que, de verdad quiere enseñar o utilizar habilidades de presentación de alta calidad, DEJA de utilizar material desarrollado en los años 30.
© Ian Brownlee, Brownlee & Associates, S.L., Madrid, España, agosto de 2012.
Correo electrónico: Brownleeassociates (at) gmail.com
Página web bilingüe: (Inglés e Español) http://www.brownlee-associates.com