Una de las presentaciones más comunes en los negocios es “La Presentación de la Empresa”. (la oficial). El propósito normalmente es informar a clientes, colaboradores y proveedores, entre otros, sobre la historia y el desarrollo de la organización desde su fundación hasta la fecha actual, también para mostrar que se trata de una gran empresa “estable, fiable y con una larga historia de X, Y y Z”.
En muchas organizaciones, frecuentemente está diseñada y utilizada, para mantener felices a los viejos y tradicionales altos directivos. “Siempre hemos hecho esto de esta forma, y por lo tanto no hay necesidad de cambiar”. Otros fines pueden ser, asegurar un empleo para un empleado “especial” o todavía peor, mantenerla en base a los consejos de un consultor caro y que no sabe que el mundo ha cambiado en los últimos años vertiginosamente (debido al acceso a internet y a la tecnología entre otras… ) y no quiere renunciar a una fuente de ingresos muy rentable, sin esfuerzo alguno.
Con demasiada frecuencia lo que ocurre es lo siguiente:
1. La presentación es muy larga.
2. El contenido es genérico y de uso general.
3. Contiene demasiados detalles innecesarios, irrelevantes y redundantes.
4. Está basada en datos: diapositivas de texto, gráficos incomprensibles, incluso para el propio presentador, y frecuentemente es una clase de “lectura magistral” con diapositivas leídas por el presentador, sin ninguna aportación del mismo, ni valor añadido en la parte verbal.
5. Está diseñada para mostrar estabilidad : “¡Hemos estado aquí durante muchos años y vamos a quedarnos aquí!”, que implica que son de fiar. Sin embargo, si tienes que pedir en una presentación que la gente confíe en ti o en tu empresa, esto tiene muchas implicaciones psicológicas.
6. Es una herramienta para intentar vender la organización y sus productos / servicios a terceros o incluso a los propios miembros de la organización.
7. Está orientada desde el punto de vista de la propia organización y NO desde los potenciales clientes o audiencia.
8. Casi nunca trata de las necesidades, deseos y carencias de la audiencia, sólo se limita a decir “lo buenos y guapos que son ellos”
9. Malgasta el tiempo de la audiencia, tanto los de la misma organización que se ven obligados a asistir y aguantar el mismo rollo una y otra vez, como la nueva audiencia.
10. En otras palabras, es REDUNDANTE!
Hay muchas más razones por las cuales este tipo de actividad debe ser enterrada en el basurero de las actividades inútiles de la historia de una empresa. Entre ellas está lo siguiente:
Debido al fácil acceso de internet, muchas personas utilizan este medio inicialmente para investigar productos y servicios requeridos, usando buscadores como “Google” para dar el primer paso para encontrar un sitio donde comprar o vender. Una vez que han identificado la empresa, producto o servicio potencial, frecuentemente ocurre:
1. Visitan la pagina web de la organización o del producto que buscan e identifican la información clave que ellos necesitan – ¡Si no tienes página web, no existes!
2. Comprueban en las redes sociales si existe más información al respecto:
quejas, recomendaciones, valoraciones profesionales, referencias etc.
3. Contactan con colegas profesionales, asociaciones, amigos, miembros de su familia y otras fuentes de confianza para conseguir información adicional o consejos.
4. Visitan una tienda, si están buscando un producto especial y después lo compran on-line.
5. Descargan la información más relevante desde cada sitio para hacer una comparación detallada.
En el mundo de los negocios, muchas personas también consultan “linkedin” y otros sitios para encontrar información adicional sobre la empresa o los directivos mencionados en la página web.
Me gustaría hacer al lector dos preguntas:
1. ¿Qué experiencias has tenido con las presentaciones de la empresa como miembro de la audiencia?
2. ¿Cómo obtienes información sobre productos o servicios que quieres comprar o contratar?
Se puede encontrar más información aquí:¡Oh no!, ¡otra presentación de la empresa!
Alternativa:
Si una empresa quiere de verdad ayudar a sus clientes potenciales a tomar la decisión correcta con respecto a su contratación o compra- sea lo que sea – cualquier presentación que se le haga a ese cliente, debe estar enfocada en cubrir sus necesidades, sus deseos y sus carencias, de tal forma, que la presentación sólo indicará soluciones especificas a sus problemas sin malgastar el tiempo y aburrirles terriblemente.
Obviamente, en el contexto de una empresa emprendedora que pretende captar inversores, la presentación “típica de empresa” no es lo apropiado. Existen otros modelos de presentación muchísimo más eficaces para conseguirlo.
Propongo que reconsideremos la utilidad de la presentación tradicional de empresa, tomando en cuenta como la gente obtiene información a través de internet.
Cualquier feedback constructivo será bien recibido.
© Ian Brownlee, Brownlee & Associates, S.L., Madrid, España, 5 de junio de 2016.